28 abr 2017

Celebrando más de un año de Aventuras

Justo hace un año estábamos en Ushuaia, qué gran aventura, bellas personas y maravillosos paisajes. Hoy estamos en Colombia rumbo a Santa Marta y la Guajira. Gracias a nuestras familias, a nuestros amigos y las marcas que nos apoyaron en Chile. 







Mx Metzeler Chile, Honda Adventure, Año 1, Bujías Brisk Chile, Trail on Fire, Loretta Motos Chile, Indo Trail, MotoCenter, ProCircuit, Relieve, Moto-K. 

#ElViajeContinua. #FalconRockeras, #ExpediciónEnMoto, MotografiandoAmérica. 

19 abr 2017

La Mitad del Mundo


Danza tribal en la selva de Ecuador

Mientras estuvimos en Guayaquil, pensamos en variadas opciones de qué ruta seguir, las lluvias comenzaban a causar estragos en toda la región. Hasta ese momento el norte de Perú había sido la zona más afectada, con inundaciones, aludes, heridos y fallecidos. 

Pero el panorama en Ecuador no era muy distinto. Entre Babahoyo, Ambato y Quevedo las lluvias también cobraban una veintena de víctimas fatales. Y hacia allá debíamos dirigirnos nosotros para llegar a Colombia. 

En el sur del país cafetero llovía intensamente, pero hasta ese entonces, no se había desatado la tragedia de Mocoa, y era la ruta que habíamos decidido hacer para cruzar desde Ecuador por la selva, pasando por El Coca, Lago Agrio y entrar a Mocoa. 

Deliberamos un par de días y decidimos aventurarnos poco a poco y ver como estaba el asunto en Ecuador. Salimos de Guayaquil despidiéndonos de Francisco El Marino, para seguir la ruta de Babahoyo hasta Ambato. Allá nos esperaba nuevamente nuestro amigo Jackson.

Cuando pasamos, ya habían limpiado los desprendimientos de la ruta y en Babahoyo los terrenos estaban inundados, parecía una gran laguna. Las casas a la orilla de la carretera están construidas en su gran mayoría sobre palafitos, otras no y esas fueron las más afectadas.



A los pies de un gigante, el Chimborazo

En esta ruta pasamos a los pies del Chimborazo de 6.268 msnm, la montaña más alta de Ecuador y es la cumbre más alejada del centro de la Tierra, considerándose el punto más cercano al espacio exterior. Nosotros pasamos a 4.400 msnm. La línea de la nieve se veía cerquita, pero comenzaba a atardecer y a granizar, desde la Patagonia que no sentíamos ese frío gélido. 

Jackson nos recomendó seguir por la ruta que dice "Vía Flores" para llegar a Ambato, una ruta que saliendo del Chimborazo es menos congestionada, menos expuesta al frío y más rural. Tomamos ese desvío y fue una excelente opción. 

La ruta circula por una profunda quebrada, el camino es angosto, sinuoso y con mucha vegetación, grandes eucaliptus se alzan a la orilla de la carretera. Las paredes de la quebrada son muy altas y a la luz del atardecer se ven increíbles. En algunos tramos se puede apreciar el efecto de las lluvias recientes, hay numerosos desprendimientos y en cierto punto el río se desbordó llevándose parte de la vía, justo estaban trabajando cuando pasamos, aunque había mucho barro, pudimos cruzar sin problemas.

Nuevamente pasamos unos días con Jackson, y es que él y su familia nos hacen sentir muy cómodos. Luego de ver algunas posibilidades de trabajo, seguimos hacia Quito y ya habíamos decidido no seguir hacia la selva debido a las lluvias, preferíamos pasar al regreso, cuando tengamos mejor clima. Sin embargo, justo durante esos días, las lluvias habían cesado en Ecuador. 

Pero Quito nos recibió con una lluvia intensa, otra vez. En esta ocasión Rafael nos estaba esperando en su casa (el del Moto lavado, recuerdan?). Mientras decidíamos nuestro próximo destino, nos invitaron a un moto encuentro en Puyo, eso significaba volver al sur y a la selva varias horas. Inicialmente habíamos decidido no ir, pero Rafael y su novia Janny nos convencieron de ir en el jeep de ellos y dejar las motos en la casa de Rafael en Quito. Así que eso hicimos, preparamos nuestras cosas y nos fuimos a Puyo. 

Qué gran acierto. El encuentro se llevó a cabo en la Selva, en una comunidad indígena llamada Indichuris. Nos costó un poco llegar, anduvimos dando vueltas en caminos de tierra en la selva, y muy pocos sabían donde se desarrollaba el evento. Después de un par de horas de dar vueltas, llegamos a ese hermoso lugar.  






Danza tribal en la selva


Nos hicieron sentir como unos rockstar, todos se acercaban a saludarnos, conocíamos a mucha gente que habíamos visto en el motoencuentro de la Integración MAI en Naranjal, y otros que fuimos conociendo mientras ruteabamos por Ecuador.

Además estaban ahí dos grandes amigos, Alejandro y Guadalupe, los recuerdan? Ellos van en su segunda vuelta al mundo en una Honda Transalp, también los conocimos en Naranjal y hemos mantenido contacto desde entonces.

Al caer la noche, encendieron una gran hoguera, había gente moviéndose de allá para acá, se vivía la expectación de algo que está por venir. Así a los pocos minutos, nos hacen la invitación cordial de acercarnos a la fogata, donde unos bailarines tribales nos estaban esperando. Los tambores comienzan a sonar y los cabellos del cuerpo se empiezan a erizar. Saltan a escena hombres y mujeres moviéndose al ritmo de la música y los tambores. 




Cazadores listos

Los hombres, vestidos como guerreros, con lanzas en sus manos, asechan y simulan combates, en una hermosa danza que el fuego acentúa y nos hace vibrar. 

Las bellas mujeres en sus trajes ceremoniales danzan, se mueven y contornean en un suave y sensual baile que cautiva atrayendo las miradas de todo el público. 

Son alrededor de una decena de bailarines, que entran y salen a escena cambiando sus vestimentas un par de veces, cambiando también la forma de bailar. Como en otras danzas tribales, simulan aspectos de la vida cotidiana, combates, cacería, recolección, preparación de ofrendas, etc. 



Es un hermoso momento que ésta comunidad nos ha regalado, es una gran oportunidad que la vida y la ruta nos ofrenda. Y pensar que no íbamos a venir, sin embargo, la vida siempre nos da bellas sorpresas. 

Comimos, bebimos, bailamos toda la noche, compartimos grandes conversaciones hasta que vino el cansancio y nos retiramos a nuestros aposentos (nuestra flamante carpa de 2 personas) bien entrada la noche. 

A la mañana siguiente nos despertaron tempranito para ir a rutear y tomar el desayuno en otro lado, cerca de Puyo. Así entonces dejamos la comunidad Indichuris que tantos buenos momentos nos regaló. 



Susan, Janny, Rafael y Leonardo en "tarabita"



Rafael y Janny, por supuesto ella no estaba asustada!


Susan, la mujer más hermosa y aventurera del mundo!! 

De vuelta en Quito, pasamos unos días con Rafael y Janny en su casa. Mirando la ruta y viendo que pasa con las lluvias. En Quito llovía casi todos los días. Así que mientras tanto fuimos a saludar a nuestro amigo Juan Carlos del bar Rebel, quien nuevamente nos invitó a comer. 

con Juan Carlos en el Rebel



Un deliciosa pizza, café y cervezas, cortesía de Juan Carlos y el Rebel.

Se hizo un tiempo en su apretada agenda para compartir con nosotros, hablamos de motos, de futuros negocios y de montaña, pues él también es aficionado a la montaña y nos cuenta, con total inocencia que un tío abuelo suyo era un montañista reconocido y que fue más o menos conocido en Chile. Cuando me dice que abrió unas rutas a principio de siglo en Patagonia y que su tío abuelo era un misionero Salesiano, yo me adelanto y le digo, incrédulamente; No me estas hablando de Alberto de Agostini!!! 

-Alberto María de Agostini, sí es mi tío abuelo, responde como que no fuera tan importante. 
-Más o menos conocido, es terrible famoso, hasta un Parque Nacional tiene su nombre en Patagonia- le digo muy emocionado.   

Alberto de Agostini fue un misionero salesiano, documentalista, montañista y geógrafo italiano. Fue un gran explorador en la Patagonia argentina y chilena, también hizo varias denuncias sobre los crímenes y maltratos que recibían los aborígenes. 





Saliendo ya del Rebel

Los relatos y documentación de Alberto de Agostini son invaluables, Juan Carlos dice que tiene parte de ese material, nos comenta que lo va a buscar y revisar para ver que tiene y regalarnos algo. Wow!!  


Adios Juan Carlos, adios Rebel, adios Quito, ya nos volveremos a ver. 

Luego de aquel gran momento compartido con Juan Carlos, fuimos a lo que llaman la Ciudad Mitad del Mundo y el volcán Pululahua que está cerquita. El atractivo del volcán es que en el interior de su cráter hay toda una comunidad viviendo, es un paisaje muy bonito. 

En el monumento Mitad del Mundo, cobran usd3.5 por ingresar. La  verdad es que no tiene mucha gracia salvo sacarse la foto en el monumento que dice marcar la línea que divide el hemisferio norte del hemisferio sur, pero ahora se sabe que esa línea es un poco imprecisa, pues la Comisión Francesa Geodésica se equivocó un par de cientos de metros cuando hicieron la triangulación. 



En la Mitad del Mundo




La guardia que nos permitió igresar con Joan hasta la entrada.

Al ladito del monumento está el Museo Inti Ñam (Camino del Sol). Es el punto que supuestamente los incas conocían como mitad del mundo. Vale uds4 pero lo regateamos a 3. Es mucho más interesante y atractivo. Proporcionan un guía que te hace un circuito por el lugar explicando todo lo que ahí hay. 







Susan merecedora del diploma por equilibrar el huevo

A mi me llamó mucho la atención la "plaza de los tótems", hay totems tribales de distintos países, entre ellos un Moai de Rapa Nui y un Rewe Mapuche. Y por supuesto los distintos juegos y pruebas que se hacen en la línea divisoria de los hemisferios, comprobando los cambios de las fuerzas de gravedad.

Entre esos, está la clásica prueba de equilibrar un huevo sobre la cabeza de un clavo, se supone que justo en la línea del Ecuador, la gravedad "baja" de forma más perpendicular haciendo que equilibrar el huevo sea más fácil. Susan y yo lo logramos y nos dieron un diploma!! 


Concentrado...


Y yo también!!!

También te demuestran como es que al sacar un tapón de un lavamanos el agua gira en distintas direcciones según el hemisferio en el que estés, pasaría lo mismo con los huracanes, y justo en la línea, el agua cae sin ese movimiento de remolino. 

Pasamos una bella mañana en este lugar, lugar que marca un hito importante en nuestra cuarta etapa de viaje, la que llamamos "Cruzando Hemisferios". Esta etapa pretende cubrir Ecuador y Colombia.

Estando en Quito, fuimos a saludar a un buen amigo que hicimos en Naranjal, su nombre es Isaac, él viaja en una Vespa y en su casa estaba hospedando a un viajero colombiano llamado John Silva, él ya fue a Uhuaia y ha recorrido sudamérica en su Vespa 300, en 14 meses recorrió 45.000 kms. Justo ese día, John realizaba una exposición de sus fotografias en la ruta hacia Ushuaia. Fue un gran honor conocer y compartir con John e Isaac. 


John contando su travesía






Con la hija de Isaac en la exposición de John

Pasamos un gran rato en el evento y luego en la casa de Isaac, donde compartimos unas cervezas, conversamos de viajes y de motos. Y sobre los próximos proyectos de todos nosotros, pues el viaje continua.  

Debido a las lluvias decidimos movernos un poco más rápido, sabemos que es temporada lluviosa aunque al parecer este año ha llovido más de lo normal. Tomamos la decisión de no ir aun hacia la otra parte de la selva en Ecuador que es en Lago Agrio y el Coca (Francisco de Orellana) donde está el río Napo. Desde Lago Agrio podíamos cruzar a Colombia hacia Mocoa. Preferimos dejar este lado para cuando cesen las lluvias y poder disfrutarlo mejor. 

Fue una gran decisión, pues justo cuando nos trasladamos a Cayambe, supimos del gran alud que devastó Mocoa, cobrando más de 300 víctimas. Un gran desastre en el sur de Colombia. 

Así entonces nos trasladamos a Cayambe, donde dicen que está la otra mitad del mundo. En este lugar nos esperaba Mario, quien nos recibió con un vino argentino muy rico. Qué fascinante volver a tomar vino, aunque no haya sido chileno, jejeje.  
Mario tiene un hostal y un par de habitaciones reservadas para los viajeros. Hacía frío y debido al clima no recorrimos mucho, las lluvias impedían los accesos por los caminos de tierra. Pero ya quedamos con Mario en que a nuestro regreso ascenderemos en las motos al volcán Cayambe. 



Gran bienvenida en Cayambe...


Con un excelente vino tinto y quesos para acompañar


Paseando por Cayambe



Cayambe nos despedía con tremendo atardecer

Otavalo está a unos pocos kilómetros de Cayambe, así que fuimos por el día a este famoso lugar por su feria artesanal, dicen que aquel mercado es el más grande de latinoamérica y que hay que ir el sábado. Al parecer es verdad, cientos de artesanos, de todo tipo, a demás de los que se ponen a parchar, hacen que sean cuadras y cuadras de variada artesanía. La mayoría de las personas que transitan por los pasillos de los puestos son extranjeros, europeos y gringos, aunque también hay gente local comprando artesanías. Todas las mujeres circulan con sus trajes típicos. Los llamativos colores y olores hacen que Otavalo valga la pena visitar, aunque sea un momento. 









Los colores de Otavalo

Por ahora, termina nuestro recorrido en Ecuador, ya estamos listos y preparados para ingresar a Colombia, un país al cual hace muchos años quiero ir. La mayoría de la gente que no ha ido a Colombia, nos dice que tengamos cuidado, muchos nos dicen que no vayamos, pues según ellos es muy peligroso. 


Nos despedíamos de Mario y su familia, también de los viajeros Mexicanos que van camino a Ushuaia.


En Ibarra nos invitaron a almorzar antes de cruzar a Colombia para ir con la guatita (barriga) llenita.

Por otro lado, todos los que han visitado el país cafetero, absolutamente todos los mochileros, viajeros y motoviajeros, nos han dicho que nos vamos a enamorar de Colombia y de su gente.

Así que Colombia, allá vamos!!

Muchas gracias a todos ustedes que siguen nuestras aventuras. Gracias por sus consejos y apoyo. 

Agradecemos también a las marcas que nos apoyan desde Chile; 

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6 abr 2017

La ruta del Spondylus

La primera impresión que nos dejó Ecuador al recorrerlo por la sierra y la selva (o como ellos dicen, el oriente), es que es un país estable, sus carreteras son buenas y las casas en su mayoría son grandes, aunque muchas de ellas están abandonadas, nos dicen que es debido a que mucha gente ha emigrado a Estados Unidos. 

A medida que nos acercamos a la costa, comienzan a aparecer las pequeñas casitas amontonadas, los caminos de tierra y la pobreza extrema. Así, descubrimos la profunda brecha de desigualdad entre costa y sierra.

En la sierra nos habían advertido que la gente de la costa sería hosca, y en la costa nos dijeron que la gente de la sierra sería más arisca. ¿Qué hemos visto nosotros? que el ecuatoriano en todos lados es increíblemente amable, siempre nos reciben con una sonrisa, todo el mundo se acerca a conversar con nosotros, y al preguntar indicaciones se esmeran como nadie en que las entiendas, siempre sonrientes.

Debido a hartas palabras y por la forma de ser, nos sentimos, extrañamente, más similares al ecuatoriano que a nuestros vecinos. Compartimos varios modismos y en parte por la cultura. Quizás porque en ambos países es más predominante lo español, lo colonial que lo indígena, lamentablemente, al igual que en nuestro país, se intentó borrar completamente a nuestros antepasados pre-hispánicos. 

Estamos en periodo de elecciones y la población está ampliamente dividida. Hay quienes dicen que de seguir el Correismo, Ecuador será una segunda Venezuela, pues el gasto social es demasiado elevado y la deuda con China demasiado grande. Otros dicen que el gobierno de la oposición será como el gobierno de Macri en Argentina, donde todo se volvió increíblemente caro con el descontento de la mayoría al quitar los subsidios. 

Dentro de este panorama seguimos recorriendo Ecuador, vamos en busca del sol de la costa y nos encontramos con ciudades golpeadas por el terremoto de abril del año pasado.

Bahía conmueve, conmueve la destrucción, los rayados en las paredes de quienes debieron abandonar sus casas. Aparentemente era un balneario acomodado, pero eso se acabó. No hay hoteles ni restaurantes, y los pocos que hay tienen tarifas ridículamente caras, una pésima estrategia para devolverle la vida al pueblo.


Parte de la destrucción que dejó el terremoto en Bahía.

Como llegamos a Bahía de noche nos costó muchísimo encontrar donde dormir, lo más económico que encontramos, fue a U$10 por persona, con espacio para las motos y en cuarto compartido. En la mañana salimos a trotar temprano, a lo largo del puente más largo del Ecuador, que une San Vicente con Bahía.

Trotando en el puente que une Bahía con San Vicente

Refrescándonos en el río Chone

Muro de escalada en el famoso puente.



Acalorados fuimos a bañarnos al mar, que tenia una coloración café, debido a la mezcla de sus aguas con el rió Chone, que en esta época viene barroso por las lluvias intensas hacia el interior. El agua es increíblemente tibia, y parece una piscina, sin ninguna ola que la perturbe.

Largo rato estuvimos disfrutando en el agua. Cuando de pronto siento que algo me pica en la parte posterior de la pierna, sorprendida saco bruscamente la pierna hacia adelante y entonces siento que algo se me enreda alrededor del tobillo, como una bolsa, solo que acompañado de un dolor fuertísimo, asustada le digo a Ariel que algo me picó, entonces comenzamos a salir del agua. A cada segundo el dolor se hacía más intenso, hasta que al fin salimos del agua salada y el dolor comenzó a disminuir. Nos fuimos directo al hostal para bañarme y tomarme un antihistaminico, pues la picadura comenzaba a inflamarse, aparecieron puntos rojos, y pequeñas heridas. Afortunadamente, la inflamación bajó pronto y se detuvo la reacción alérgica. Nunca antes había sido picada por una medusa y no sabia que dolía tanto.

Luego de descansar un momento nos dirigimos a Manta, donde nos esperaba Javier, "el Murciélago", a quien conocimos en el motoencuentro de Naranjal, el día que llegamos a Ecuador, muchas gracias amigo por el recibimiento y la hospitalidad. Solo una noche nos quedamos en su casa y continuamos rumbo a Montañita, por la famosa Ruta del Spondylus, un recorrido por las playas más populares de Ecuador. Su nombre recuerda a la Concha Sagrada de las culturas precolombinas de la zona, la cual era símbolo de riqueza y prosperidad agrícola, y se usaba como pieza de intercambio dentro de los distintos pueblos, siendo la moneda de la época.


Con Javier y su linda familia

La ruta es preciosa, a ratos recorre el borde costero y por momentos se aleja levemente hacia el interior, por entre la vegetación exuberante. Aunque son pocos kilómetros no se puede avanzar tan rápidamente debido a las curvas y vehículos pesados que circulan por ella.


La Ruta del Spondylus

Montañita es la playa más famosa de Ecuador, con una bohemia inigualable, mucho turismo durante todo el año, fiestas y descontrol. Además, es un paraíso para los surfistas, las olas perfectas de este lugar atraen a muchos deportistas de todos los lugares del mundo. Al ser tan turístico, Montañita es también muy caro, recorrimos mucho y la mayoría de los hostales tenían tarifas que rondaban los 15 dolares la habitación. Finamente, luego de mucho preguntar, llegamos al camping Los Tigrillos, con un valor de 3 dolares por persona, sin ser tan lujoso como el camping de Fausto en Baños, es una excelente alternativa, cuenta con sitios techados para las carpas, cocina compartida, espacio para estacionar, WiFi, cancha de Volleybol y muchas hamacas para descansar.


Llegando a Montañita

Luego de acomodarnos en el camping fuimos a sumergirnos en las tibias aguas de esta playa famosa, y entonces la naturaleza nos regaló el atardecer más bello que hemos visto en la vida, nubes amenazantes por un lado y sol por el otro, colores alucinantes y un gran arcoiris. Aun lamentamos no haber llevado las cámaras esa tarde, ni siquiera el celular andábamos trayendo, como nuestra intención era bañarnos en el mar, no llevamos nada de valor con nosotros.

Nos quedamos casi 2 semanas en Montañita, disfrutando de sus aguas. Acá nos reencontramos con Gisela, que ya iba rumbo a su casa en Ica, Perú; y también con Juan, miembro de la "familia mancoreña", conocimos también a Guillermo, un colombiano que está recorriendo América en moto. Fue un gusto enorme poder compartir con ustedes, les deseamos lo mejor para lo que les queda de ruta, un abrazo a la distancia.







Aprovechamos de ir a conocer la hermosa playa Los Frailes, ubicada dentro de la Reserva Nacional del mismo nombre, a solo 8 Km de Puerto López y 40 Km de Montañita. Es un lugar increíblemente hermoso, muy tranquilo y con mucha vegetación. Acá en Ecuador, todas las reservas son gratuitas, y en general están bastante bien cuidadas. En Los Frailes, se puede estar sólo hasta las 5 de la tarde, y hay bastantes restricciones sobre los que se puede entrar, para preservar el ecosistema que protege. 

Hay un trekking de 3 horas que recorre todas las playas de la reserva, el sendero está bien señalizado y circula por una vegetación muy frondosa, llama la atención ver cactáceas que crecen entre ella. De vez en cuando uno que otro lagarto se atraviesa en el camino, y los mosquitos no nos dejan en paz, excepto cuando llegamos a una zona donde crecen árboles de Palo Santo, donde éstos desaparecen por arte de magia, pero basta que nos alejemos 1 metro de estos árboles para que los mosquitos nos ataquen otra vez. La reserva cuida también un arrecife cercano a la playa Los Frailes, acá las aguas son un poco más saladas y tienen corrientes frías y cálidas que cambian a lo largo del día, y con ellas migran los peces y las aves. Las olas son pequeñas, lo que la hace ideal para nadar por largo rato.










Recorriendo Los Frailes




Desde Montañita nos fuimos a Guayaquil, la ciudad más poblada de Ecuador, antiguamente era una ciudad peligrosa, pero gracias a las inversiones en seguridad, ese panorama ha cambiado drásticamente. 

Rumbo a Guayaquil nos tocó una lluvia intensa, de esas que te limitan la vista, tan intensa que las calles se inundaron rápidamente. En el camino nos encontramos con un señor que vendía empanadas chilenas, el antojo de empanadas nos perseguía hace semanas, así que no pudimos resistirnos a probar una, toda una delicia.




Él lleva 15 años vendiendo empanadas chilenas en el pueblo de Santa Elena, cerca de Salinas


En Guayaquil nos esperaba Francisco "El Marino", del club Iron Horse, donde nos quedamos un par de días, compartiendo anécdotas de nuestros viajes. Gracias amigo por tu hospitalidad, un abrazo grande, te esperamos en Chile.

El Malecón 2000 en Guayaquil es simplemente maravilloso, moderno, con gran cantidad de juegos para los niños, y para los no tan niños también, tiene áreas verdes bien cuidadas, sitios para comer y tiendas de todo tipo. Un pulmón verde dentro de esta gran ciudad. También visitamos el famoso Parque de las Iguanas, donde ellas son las reinas y se pasean a voluntad entre la gente, que las alimenta, las toman en brazos y las fotografían.


En el Malecón 2000



La iguana besadora


Iguanas en los árboles

El Parque de las Iguanas

Desde Guayaquil volvimos a Ambato, luego de mucho cavilar sobre cual sería la mejor ruta, pues de pronto llovía en todos lados, ríos se desbordaban y noticias de inundaciones nos llegaban de todos lados. Pues no sólo mostraban la tremenda tragedia que estaba sacudiendo al norte de Perú, en Ecuador, aunque en menor medida, también habían fallecidos y damnificados debido a las fuertes lluvias. 

Por otro lado en Colombia, las lluvias también causaban estragos, siendo el sector de Mocoa el más perjudicado, al día de hoy, van más de 290 fallecidos.  Pero les contaremos más de eso en el próximo relato. 

Agradecemos a todos quienes nos han apoyado para cumplir este sueño, y a quienes nos acompañan leyendo nuestros relatos o viendo nuestras fotos.

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